domingo, 11 de diciembre de 2011

EDUCACIÓN Y SANIDAD PÚBLICA, ALGO INCUESTIONABLE. Los principios

El concepto Estado democrático va íntimamente unido a un amplio reconocimiento de derechos. Democracia sin éstos, es una falacia, la misma que la relación inversa, amplio reconocimiento de derechos sin democracia. Los derechos que van vinculados a la democracia, tienen que ser aquellos que realiza a la persona en clave de dignidad. Por ello los dos conceptos son ideas evolutivas, íntimamente ligados a lo que en cada momento se entienda por dignidad como cualidad constructiva de la persona, y son tanto derechos como democracia términos acumulativos, es decir, se suman a los anteriores. El concepto de generación de derechos es la herramienta dogmática para aglutinarlos en cada momento participan de la misma idea de dignidad del hombre. Dentro de los derechos llamados sociales, podemos distinguir dos subgrupos:

Por un lado, aquellos que están directamente vinculados al sistema productivo que los originan (capitalista, liberal). Por otro lado, aquellos otros también amparados bajo el calificativo social y vinculado a ese sistema pero no tan estrechamente ligados a él, pero necesarios y que tienen una proyección más generalizada al bienestar de la  ciudadanía. Dentro de éstos segundos podemos encontrar el derecho a la educación pública que surge, no por un altruismo del Estado, sino como consecuencia de los efectos económicos adversos.                                                                                        

El derecho a la enseñanza surge de los grandes centros de producción en la primera fase de la revolución industrial. Inicialmente fueron los empresarios los que asumieron el coste de instruir a sus trabajadores, dado el alto porcentaje de mano de obra iletrada. El objetivo inmediato que se perseguía era como mínimo saber leer para conocer el funcionamiento de las máquinas, a la vez se impartía un curso paralelo sobre salubridad que más tarde se traduciría en el derecho a la sanidad pública. Generalmente en esta etapa industrial, la mano de obra provenía del medio rural. Con ello surgió un alojamiento masivo de familias en el ámbito urbano, que como consecuencia de esa fuerte sobrepoblación derivaron en problemas sanitarios. A partir de esta nueva situación comienzan a plantearse soluciones colectivas, trasladándose este éxito o conveniencia empresarial a lo largo de la historia al Estado,

Con el concepto clásico de democracia, el marco constitucional se apertura en manos de acoger a ese sector más representativo de la población, “el pueblo llano”. Esta capa social se va asentando y materializando al hilo del modelo productivo de manos de asociaciones que hoy conocemos con el nombre de partidos políticos y sindicatos. Aquellos partidos más susceptibles con respecto a efectos adversos, irán a la cabeza del reconocimiento de ventajas que hoy se leen como derechos, que hemos puesto el adjetivo de sociales pero que son derechos de reequilibrio entre las dos partes contratantes de la relación laboral.

Después de tantas décadas de continuos progresos colectivos y construcción del Estado de bienestar, no debemos permitir que sean esos agentes sociales, los que nos priven de estos derechos. Como bien decía José Martí "Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan". Pues bien, esperemos que las mayorías absolutas de estos partidos, que son los que bien o mal, mejor o peor representan a la ciudadanía, no atenten contra nosotros.


Jesús Goñi.
Esbozos de mi realidad

1 comentario:

  1. Parte está inspirada de un extracto que hace referencia a una clase de derecho constitucional impartida por Esteban Arlucea.

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